Enfrentar problemas en la empresa es lo habitual. No es infrecuente tener que implementar cambios drásticos en el negocio, tanto operativos como financieros, para asegurar su pervivencia.
La vida empresarial es muy dura, no en vano la vida media de la empresa española es de 11 años, y a los 5 años de su nacimiento habrán desaparecido el 60% de las empresas creadas.
Hacerse viejo es algo que a la empresa le cuesta mucho, más si cabe en España y más aún en Asturias. A diferencia de Japón, donde hay más de 20.000 empresas nacidas con anterioridad a 1.900, en España sólo tenemos 42, entre las que destacan Codorniú (1.551) y Osborne (1.772). Para llegar a cumplir más de 100 años, Codorniú y Osborne, han debido superar muchas dificultades. El reciente cambio de domicilio a la Rioja de la histórica empresa catalana, o la reestructuración organizativa y financiera que superó con éxito en 2016 la empresa gaditada. En Asturias, con una empresa de más de 100 años, Duro Felguera, enfrenta una reestructuración decisiva.
Grandes y pequeñas, toda empresa atraviesa algún momento crítico y es en ese momento donde se decidirá si pervivirá o pasará a formar parte de la mortuoria estadística empresarial. Todos conocemos alguna historia empresarial fallida, y tenemos muy presente la reciente caída a los infiernos de Banco Popular. El sexto mayor banco de España en 2016, con casi 150 mil millones de euros en activos, que desapareció de un día para otro.
Duro Felguera, GAM y Liberbank, las tres empresas cotizadas Asturianas, han enfrentado procesos de reestructuración, cuyos resultados, en algún caso, están por ver.
Duro Felguera, con orígenes en 1.858, la vemos hoy afrontar un decisivo proceso que determinará su futuro. La caída en su valoración bursátil, que pasó de 5€ por acción hace 5 años, a 0,5€, el incremento de su deuda financiera, los problemas de cobro en obras relevantes y lo que parece una excesiva salida de caja hacia los accionistas, han obligado, a la más antigua de nuestras empresas, a proponer una reestructuración de su deuda financiera, desinversiones, medidas operativas y refuerzo de su accionariado, que le permitirá retomar el extraordinario comportamiento que ésta gran firma nos brindó no hace tanto.
GAM tuvo que acometer una reestructuración financiera que cerró con éxito en 2015. La crisis financiera y de la construcción, generó un coctel explosivo para una empresa dependiente de las grandes obras y de la financiación bancaria. La contracción del crédito y la reducción de ventas, obligó a la empresa a lanzarse con éxito al mercado exterior, alargar los plazos de amortización y reducir el peso de su deuda con la incorporación al accionariado de sus acreedores financieros, para de esta manera acompasar las tasas de generación de caja con sus obligaciones de pago.
Surgida en la fase final de la crisis bancaria, Liberbank nace como marca en 2011 de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Afrontó su primer inconveniente serio con el test de estrés de Oliver Wyman y las exigencias de capital previstas en el mismo. Desde 2012, está en un proceso de reestructuración complejo que combina entrada de nuevos fondos para reforzar su estructura de capital, reestructuración operativa con la reducción de los costes salariales y una exigente política de gestión de riesgos, orientada a reforzar su solvencia.
Todas ellas no pretenden más que acompasar su generación de caja a sus obligaciones de pago, con las limitaciones regulatorias añadidas de la entidad bancaria. Lo mismo que debería hacer toda empresa pequeña que atraviese dificultades. Ello sólo puede conseguirse elevando la caja que genera nuestra empresa o reduciendo las obligaciones de pago.
Si su empresa tiene ventas, no hay problema financiero que no pueda afrontar, sólo tiene que adoptar las medidas adecuadas y en inin abogados estamos para ayudarle.
Ignacio Blanco Urizar. Socio Director de inin abogados.