La suspensión de pagos es una situación que se produce cuando una empresa no puede hacer frente a sus deudas, por falta de liquidez. En el momento en el que una empresa tiene muchas deudas, pero no tiene liquidez para asumirlas, se encuentra en una situación de suspensión de pagos. Una vez se produce esta situación, se procede a realizar un proceso concursal o también llamado concurso de acreedores.
La suspensión de pagos es el proceso inmediatamente anterior a un concurso de acreedores. No significa que la empresa desaparezca, sino todo lo contrario, es un mecanismo que se pone en marcha para procurar que la actividad de la empresa continúe. Los trabajadores de una empresa que haya iniciado un proceso concursal por una suspensión de pagos, seguirán cobrando sus sueldos hasta que se resuelva la situación.
Aunque las deudas no se abonen, los salarios de los empleados no se dejan de pagar, y si la empresa no cuenta con fondos disponibles, se suele recurrir al Fondo de Garantía Salarial.
Por ello es de vital importancia verificar dicha situación concursal antes del inicio de cualquier reclamación ante los tribunales de justicia.
En Inin Abogados le asesoramos si puede acogerse a dicha situación, si la suspensión de pagos es aceptada, los gestores seguirán llevando la gestión de la actividad empresarial, pero sus decisiones podrán ser vetadas por un juez, o por los que el juez haya nombrado administradores concursales. Estos administradores son, normalmente tres personas: un abogado que tenga un mínimo de cinco años de servicios; un auditor o economista, ( Inin Abogados tiene especialistas en esos campos con gran experiencia ) La función principal de los administradores es la identificar el patrimonio de la compañía y velar por él. A continuación, ponen en marcha una serie de acciones para procurar salvar la empresa.
Todo ello debe efectuarse en dos meses. 60 días es el plazo que da el juez a los administradores concursales para todo el proceso, una vez ha aceptado el concurso de acreedores. También es importante saber que la quita, es decir, la parte de deuda que no puede saldarse tras el concurso, debe estar por debajo del 50% de la cantidad adeudada.